Lovaina once años atrás era considerado zona de tolerancia por la presencia de prostitutas vestidas de minifalda y ombliguera, paradas en las esquinas esperando que un transeúnte les pagara por sus servicios sexuales.
EL resurgimineto del barrio
En la década de los sesentas, el ambiente se torna diferente, la llegada de talleres de marmolería, mecánica y chatarrería, le dieron una nueva mirada a Lobaina. 
Cenizas de burdeles transformadas en espacios industriales. Puertas amplias donde anteriormente se colgaban avisos de moteles fueron cambiados por letreros como: “Chatarrería el calidoso”,” Marmolería Italiana” o “Marmolería Romana”. 
Una nueva visión del barrio encaminada a olvidar los años mozos de desenfrenos. La elaboración de lápidas, cocinas o baños en mármol, al igual que talleres mecánicos son el común denominador. Lobaina aún reza por dejar atrás ese pasado que no perdona la sociedad actual.

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