
Unos dicen que porque van apurados, otros por pereza de caminar dos cuadras más y los demás tienen tanto miedo a los ladrones que prefieren arriesgar la vida cruzando la calle que pasar por el puente peatonal.
Don Juan Rodríguez un hombre de mediana estatura y de unos cincuenta años ha trabajado toda la vida en EPM, le detengo el paso con la única y llana curiosidad de saber el por qué se desplaza por acá teniendo el puente peatonal a unos metros de distancia, sus respuestas son vagas.
Es claro, que la Alcaldía de Medellín ha intentado tapar la glorieta con inmensas mallas y láminas de lata con publicidad alusiva a la cultura del peatón, el único propósito, imposibilitar el transitar de la gente por el lugar, lo que pasa es que al día siguiente de haber las puesto, éstas son robadas. 
Así se evidencia en unos de los sitios más congestionados del área metropolitana, y estamos hablando, de la calle 44 con carrera 55 de Medellín. Una glorieta inundada de carros se convierte en la el paso continuo de miles de personas que se dirigen ya sea hacia la autopista o el centro de la ciudad.
Son las cinco de la tarde en un día lluvioso, jóvenes, niños y viejos pasan desprevenidamente mirando de un lado a otro como queriendo detener los carros por un momento. 
Carencia de sentido a la vida y cultura de movilidad
Para cruzar un puente es necesario tener los dos pies, solamente basta levantarlos unas veinte veces de subida, treinta en línea recta y otras veinte de bajada, se trata de subir escalones que permanecen inmóviles; pero al parecer los ciudadanos son gente discapacitada, no de los pies sino de la mente, la pereza los invade.
No sólo la pereza es el problema
Don Juan Rodríguez un hombre de mediana estatura y de unos cincuenta años ha trabajado toda la vida en EPM, le detengo el paso con la única y llana curiosidad de saber el por qué se desplaza por acá teniendo el puente peatonal a unos metros de distancia, sus respuestas son vagas.
Para Don Juan es un mito tratar de cambiar su travesía, porque según él al frente los ladrones le han robado la billetera a más de uno en el puente “así que es mejor arriesgarse un ratico que perder la platica”
Estrategias para salvar vidas
Es claro, que la Alcaldía de Medellín ha intentado tapar la glorieta con inmensas mallas y láminas de lata con publicidad alusiva a la cultura del peatón, el único propósito, imposibilitar el transitar de la gente por el lugar, lo que pasa es que al día siguiente de haber las puesto, éstas son robadas.
Es de suma urgencia la presencia de agentes de policia que acordonen la zona tanto del puente como de la glorieta. Para que no se sigan presentando los constantes desafíos de los súper ciudadanos en busca de ganarse un Oscar al que desempeña la mejor actuación fantasma en medio de los carros. 

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