OPINIÓN

Leyendo un escrito del pensador enfocado en la gestión de las organizaciones, Peter Drucker, me encontré con una particularidad; las empresas son exitosas en la medida que tienen conocimiento de sus debilidades, oportunidades, fortalezas y amenazas. Palabras claves para la perfección de sus procedimientos comunicacionales impulsados por una meta común, la visión.
Empresa = hombre
Lo paradójico es que las el hombre es igual a la organización, si éste quiere lograr alcanzar una meta requiere tener objetivos claros, poner los pies sobre la tierra; el preguntarse ¿quién soy?, ¿qué tengo?, ¿qué necesito?, ¿cómo lo aprovecho?, son algunas de las preguntas capciosas para llegar al mágico mundo de la administración de uno mismo, conocerse y afianzar las actitudes individuales lo llevarán a confrontar de forma óptima las debilidades.
¿Qué se requiere para lograr una meta o ideal?
Para la proyección y la materialización de un proyecto, ya sea monetario, sentimental, laboral, familiar o profesional, es de vital importancia tanto en las organizaciones como en la vida personal tener los sentidos abiertos, aprender de los demás, ser constante en la perfección de actitudes. Tener claro el horizonte a donde se quiere llegar y acoger a las personas adecuadas que aporten granos de arena para el alcance del objetivo señalado, al igual, que desechar lo que no sirve. 

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